Bloque 2: textos folclóricos
Bloque 2: Textos folclóricos. Selección y adaptación
En primer lugar
comienzo mi entrada indicando lo que he aprendido de lo que son los textos folclóricos,
ya que cuando he empezado este trabajo no tenía este conocimiento:
Como su nombre
indica viene de Folclore, hace referencia a diferentes aspectos de la cultura
popular. Las tres características fundamentales del folclore son: el anonimato
(ya que un texto tiene tantos autores como personas lo han narrado a lo largo
de los siglos hasta el momento en que alguien lo fijó a través de la
escritura), la oralidad y la multiplicidad de variantes.
Me parece muy
interesante que en clase se sigan tratando estos textos porque me parece que
son muy “nuestros”, algo que forma parte de nuestra cultura. Y me doy cuenta,
ahora que soy madre, que las cosas permanecen si nosotros le damos continuidad.
Por ejemplo mis hijos se saben mucho mejor la canción de “cuchara-tenedor-plato
hondo…” que creo que no he cantado hasta que he tenido 30 años, que canciones
como “Susanita tiene un ratón”… Yo recuerdo a mi abuela, maestra de las de
antes, de utilizar la pizarra para enamorar a los alumnos, con una letra
perfecta que ahora la gente intenta imitar y denomina “lettering”, como nos
contaba historias, historietas, cuentos, fábulas de cualquier tema. Siempre había
uno a colación de lo que estábamos viviendo.
Por lo que he leído
en la Teoría de la asignatura veo que, con cierta pena, estos textos se han ido
relegando a lo infantil, cuando durante muchos años era la única forma en la
que se transmitía la cultura, la vida de un pueblo, la historia de su gente. Y con
cierta pena también reflexiono sobre lo mucho que me ha costado pensar en 3
textos. Seguramente alguno de nuestros abuelos nos hubiera enumerado cien al
momento y sin dudar.
Empezaré mi
elección con Pulgarcito de Jacob Karl Grimm y Wilhelm Grimm. Es decir, los
hermanos Grimm.
Érase una vez un pobre
campesino. Una noche se encontraba sentado, atizando el fuego, mientras que su
esposa hilaba sentada junto a él. Ambos se lamentaban de hallarse en un hogar
sin niños.
-¡Qué triste es no tener
hijos! -dijo él-. En esta casa siempre hay silencio, mientras que en los demás
hogares hay tanto bullicio y alegría...
-¡Es verdad! -contestó
la mujer suspirando-. Si por lo menos tuviéramos uno, aunque fuese muy pequeño
y no mayor que el pulgar, seríamos felices y lo querríamos de todo corazón.
Y entonces sucedió que
la mujer se indispuso y, después de siete meses, dio a luz a un niño
completamente normal en todo, si exceptuamos que no era más grande que un dedo
pulgar.
-Es tal como lo habíamos
deseado. Va a ser nuestro hijo querido.
Y debido a su tamaño lo
llamaron Pulgarcito. No le escatimaron la comida, pero el niño no creció y se
quedó tal como era en el momento de nacer. Sin embargo, tenía una mirada
inteligente y pronto dio muestras de ser un niño listo y hábil, al que le salía
bien cualquier cosa que se propusiera.
Un día, el campesino se
aprestaba a ir al bosque a cortar leña y dijo para sí:
-Ojalá tuviera a alguien
que me llevase el carro.
-¡Oh, padre! -exclamó
Pulgarcito- ¡Ya te llevaré yo el carro! ¡Puedes confiar en mí! En el momento
oportuno lo tendrás en el bosque.
El hombre se echó a reír
y dijo:
-¿Cómo podría ser eso?
Eres demasiado pequeño para llevar de las bridas al caballo.
-¡Eso no importa, padre!
Si mamá lo engancha, yo me pondré en la oreja del caballo y le iré diciendo al
oido por dónde ha de ir.
-¡Está bien! -contestó
el padre-, probaremos una vez.
Cuando llegó la hora, la
madre enganchó el carro y colocó a Pulgarcito en la oreja del caballo, donde el
pequeño se puso a gritarle por dónde tenía que ir, tan pronto con un
"¡Heiii!", como con un "¡Arre!". Todo fue tan bien como si
un conductor de experiencia condujese el carro, encaminándose derecho hacia el
bosque.
Sucedió que, justo al
doblar un recodo del camino, cuando el pequeño iba gritando "¡Arre!
¡Arre!" , acertaron a pasar por allí dos forasteros.
-¡Cómo es eso! -dijo
uno- ¿Qué es lo que pasa? Ahí va un carro, y alguien va arreando al caballo;
sin embargo no se ve a nadie conduciéndolo.
-Todo es muy extraño
-dijo el otro-. Vamos a seguir al carro para ver dónde se para.
Pero el carro se internó
en pleno bosque y llegó justo al sitio donde estaba la leña cortada. Cuando
Pulgarcito vio a su padre, le gritó:
-¿Ves, padre? Ya he
llegado con el carro. Bájame ahora del caballo.
El padre tomó las
riendas con la mano izquierda y con la derecha sacó a su hijo de la oreja del
caballo. Pulgarcito se sentó feliz sobre una brizna de hierba. Cuando los dos
forasteros lo vieron se quedaron tan sorprendidos que no supieron qué decir.
Ambos se escondieron, diciéndose el uno al otro:
-Oye, ese pequeñín bien
podría hacer nuestra fortuna si lo exhibimos en la ciudad y cobramos por
enseñarlo. Vamos a comprarlo.
Se acercaron al
campesino y le dijeron:
-Véndenos al pequeño;
estará muy bien con nosotros.
-No -respondió el padre-
es mi hijo querido y no lo vendería ni por todo el oro del mundo.
Pero al oír esta
propuesta, Pulgarcito trepó por los pliegues de la ropa de su padre, se colocó
sobre su hombro y le susurró al oído:
-Padre, véndeme, que ya
sabré yo cómo regresar a casa.
Entonces, el padre lo
entregó a los dos hombres a cambio de una buena cantidad de dinero.
-¿Dónde quieres
sentarte? -le preguntaron.
-¡Da igual ! Colocadme
sobre el ala de un sombrero; ahí podré pasearme de un lado para otro, disfrutando
del paisaje, y no me caeré.
Cumplieron su deseo y,
cuando Pulgarcito se hubo despedido de su padre, se pusieron todos en camino.
Viajaron hasta que anocheció y Pulgarcito dijo entonces:
-Bajadme un momento;
tengo que hacer una necesidad.
-No, quédate ahí arriba
-le contestó el que lo llevaba en su cabeza-. No me importa. Las aves también
me dejan caer a menudo algo encima.
-No -respondió
Pulgarcito-, yo también sé lo que son las buenas maneras. Bajadme
inmediatamente.
El hombre se quitó el sombrero
y puso a Pulgarcito en un sembrado al borde del camino. Por un momento dio
saltitos entre los terrones de tierra y, de repente, se metió en una madriguera
que había localizado desde arriba.
-¡Buenas noches,
señores, sigan sin mí! -les gritó con un tono de burla.
Los hombres se acercaron
corriendo y rebuscaron con sus bastones en la madriguera del ratón, pero su
esfuerzo fue inútil. Pulgarcito se arrastró cada vez más abajo y, como la
oscuridad no tardó en hacerse total, se vieron obligados a regresar, burlados y
con las manos vacías.
Cuando Pulgarcito
advirtió que se habían marchado, salió de la madriguera.
-Es peligroso atravesar
estos campos de noche -pensó-; sería muy fácil caerse y romperse un hueso.
Por fortuna tropezó con
una concha vacía de caracol.
-¡Gracias a Dios!
-exclamó- Ahí podré pasar la noche con tranquilidad.
Y se metió dentro del
caparazón. Un momento después, cuando estaba a punto de dormirse, oyó pasar a
dos hombres; uno de ellos decía:
-¿Cómo haremos para
robarle al cura rico todo su oro y su palta?
-¡Yo podría decírtelo!
-se puso a gritar Pulgarcito.
-¿Qué fue eso? -dijo uno
de los espantados ladrones-; he oído hablar a alguien.
Se quedaron quietos
escuchando, y Pulgarcito insistió:
-Llevadme con vosotros y
os ayudaré.
-¿Dónde estás?
-Buscad por la tierra y
fijaos de dónde viene la voz -contestó.
Por fin los ladrones lo
encontraron y lo alzaron hasta ellos.
-A ver, pequeñajo, ¿cómo
vas a ayudarnos?
-¡Escuchad! Yo me
deslizaré por las cañerías hasta la habitación del cura y os iré pasando todo
cuanto queráis.
-¡Está bien! Veremos qué
sabes hacer.
Cuando llegaron a la
casa del cura, Pulgarcito se introdujo en la habitación y se puso a gritar con
todas sus fuerzas.
-¿Queréis todo lo que
hay aquí?
Los ladrones se
estremecieron y le dijeron:
-Baja la voz para que
nadie se despierte.
Pero Pulgarcito hizo
como si no entendiera y continuó gritando:
-¿Qué queréis? ¿Queréis
todo lo que hay aquí?
La cocinera, que dormía
en la habitación de al lado, oyó estos gritos, se incorporó en su cama y se
puso a escuchar, pero los ladrones asustados se habían alejado un poco. Por fin
recobraron el valor diciéndose:
-Ese pequeñajo quiere
burlarse de nosotros.
Regresaron y le
susurraron:
-Vamos, nada de bromas y
pásanos alguna cosa.
Entonces, Pulgarcito se
puso a gritar de nuevo con todas sus fuerzas:
-Sí, quiero daros todo;
sólo tenéis que meter las manos.
La cocinera, que ahora
oyó todo claramente, saltó de su cama y se acercó corriendo a la puerta. Los
ladrones, atemorizados, huyeron como si los persiguiese el diablo, y la criada,
que no veía nada, fue a encender una vela. Cuando regresó, Pulgarcito, sin ser
descubierto, se había escondido en el pajar. La sirvienta, después de haber
registrado todos los rincones y no encontrar nada, acabó por volver a su cama y
supuso que había soñado despierta.
Pulgarcito había trepado
por la paja y en ella encontró un buen lugar para dormir. Quería descansar allí
hasta que se hiciese de día para volver luego con sus padres, pero aún habrían
de ocurrirle otras muchas cosas antes de poder regresar a su casa.
Como de costumbre, la
criada se levantó antes de que despuntase el día para dar de comer a los
animales. Fue primero al pajar, y de allí tomó una brazada de heno,
precisamente del lugar en donde dormía Pulgarcito. Estaba tan profundamente
dormido que no se dio cuenta de nada, y no despertó hasta que estuvo en la boca
de la vaca que se había tragado el heno.
-¡Oh, Dios mío! -exclamó-.
¿Cómo he podido caer en este molino?
Pero pronto se dio
cuenta de dónde se encontraba. No pudo hacer otra cosa sino evitar ser
triturado por los dientes de la vaca; mas no pudo evitar resbalar hasta el
estómago.
-En esta habitación tan
pequeña se han olvidado de hacer una ventana -se dijo-, y no entra el sol y
tampoco veo ninguna luz.
Este lugar no le gustaba
nada, y lo peor era que continuamente entraba más paja por la puerta, por lo
que el espacio iba reduciéndose cada vez más. Entonces, presa del pánico, gritó
con todas sus fuerzas:
-¡No me traigan más
forraje! ¡No me traigan más forraje!
La moza estaba ordeñando
a la vaca cuando oyó hablar sin ver a nadie, y reconoció que era la misma voz
que había escuchado por la noche. Se asustó tanto que cayó del taburete y
derramó toda la leche. Corrió entonces a toda velocidad hasta donde se
encontraba su amo y le dijo:
-¡Ay, señor cura, la
vaca ha hablado!
-¡Estás loca! -repuso el
cura.
Y se dirigió al establo
a ver lo que ocurría; pero, apenas cruzó el umbral, cuando Pulgarcito se puso a
gritar de nuevo:
-¡No me traigan más
forraje! ¡No me traigan más forraje!
Ante esto, el mismo cura
también se asustó, suponiendo que era obra del diablo, y ordenó que se matara a
la vaca. Entonces la vaca fue descuartizada y el estómago, donde estaba
encerrado Pulgarcito, fue arrojado al estiércol. Nuestro amigo hizo ímprobos esfuerzos
por salir de allí y, cuando ya por fin empezaba a sacar la cabeza, le aconteció
una nueva desgracia. Un lobo hambriento, que acertó a pasar por el lugar, se
tragó el estómago de un solo bocado. Pulgarcito no perdió los ánimos. «Quizá
-pensó- este lobo sea comprensivo». Y, desde el fondo de su panza, se puso a
gritarle:
-¡Querido lobo, sé donde
hallar un buena comida para ti!
-¿Adónde he de ir?
-preguntó el lobo.
-En tal y tal casa. No
tienes más que entrar por la trampilla de la cocina y encontrarás tortas,
tocino y longanizas, tanto como desees comer.
Y Pulgarcito le
describió minuciosamente la casa de sus padres.
El lobo no necesitó que
se lo dijeran dos veces. Por la noche entró por la trampilla de la cocina y, en
la despensa, comió de todo con inmenso placer. Cuando estuvo harto, quiso
salir, pero había engordado tanto que ya no cabía por el mismo sitio.
Pulgarcito, que lo tenía todo previsto, comenzó a patalear y a gritar dentro de
la barriga del lobo.
-¿Te quieres estar
quieto? -le dijo el lobo-. Vas a despertar a todo el mundo.
-¡Ni hablar! -contestó
el pequeño-. ¿No has disfrutado bastante ya? Ahora yo también quiero
divertirme.
Y se puso de nuevo a
gritar con todas sus fuerzas. Los chillidos despertaron finalmente a sus
padres, quienes corrieron hacia la despensa y miraron por una rendija. Cuando
vieron al lobo, el hombre corrió a buscar el hacha y la mujer la hoz.
-Quédate detrás de mí
-dijo el hombre al entrar en la despensa-. Primero le daré un golpe con el
hacha y, si no ha muerto aún, le atizarás con la hoz y le abrirás las tripas.
Cuando Pulgarcito oyó la
voz de su padre, gritó:
-¡Querido padre, estoy
aquí; aquí, en la barriga del lobo!
-¡Gracias a Dios! -dijo
el padre-. ¡Ya ha aparecido nuestro querido hijo!
Y le indicó a su mujer
que no usara la hoz, para no herir a Pulgarcito. Luego, blandiendo el hacha,
asestó al lobo tal golpe en la cabeza que éste cayó muerto. Entonces fueron a
buscar un cuchillo y unas tijeras, le abrieron la barriga al lobo y sacaron al
pequeño.
-¡Qué bien! -dijo el
padre-. ¡No sabes lo preocupados que estábamos por ti!
-¡Sí, padre, he vivido
mil aventuras. ¡Gracias a Dios que puedo respirar de nuevo aire fresco!
-Pero, ¿dónde has
estado?
-¡Ay, padre!, he estado
en la madriguera de un ratón, en el estómago de una vaca y en la barriga de un
lobo. Ahora estoy por fin con vosotros.
-Y no te volveremos a
vender ni por todo el oro del mundo.
Y abrazaron y besaron
con mucho cariño a su querido Pulgarcito; le dieron de comer y de beber, lo
bañaron y le pusieron ropas nuevas, pues las que llevaba se habían estropeado
en su accidentado viaje
Elección de este cuento: he elegido este cuento porque me
recuerda a mi infancia. He de decir que de lo que recordaba de la historia a lo
que luego era al leer el texto original de los hermanos Grimm había bastantes
desviaciones, es decir, un texto folclórico absolutamente. Donde cada persona
mantiene la parte que recuerda, la que más le llama la atención, olvidando
detalles y añadiendo algunos nuevos.
Aunque me parece un cuento sencillo por vocabulario, por el
cariz de la trama y porque creo que es largo debería ser para alumnos a partir
de 3º o 4ª de primaria, para que puedan
apreciar los detalles e ir desarrollando en su imaginación la historia.
Una cosa que me ha sorprendido es que yo siempre he pensado
que hay que ser cauto con lo que buscamos en internet, pero por poner un
ejemplo: he encontrado en sitios diferentes, tres autores distintos para este
cuento. Debemos tener cuidado a la hora de consultar las fuentes obviamente.
Elementos del cuento:
-
Resumen del cuento: la historia trata sobre una
familia que anhela tener un hijo, y con todo su corazón piden que aunque fuese
pequeño como un pulgar, tuvieran un hijo. Al final nace ese nene y al ser tan
pequeño usa su tamaño para vivir unas aventuras entre maleantes y animales, que
le llevarán a poder regresar con su familia habiendo vivido algunas
experiencias únicas.
-
El protagonista es pulgarcito, un ser diminuto
con un cerebro muy desarrollado que tiene todas las ideas pícaras del mundo. Los
padres y quizás los ladrones. Torpes e insensatos como en casi todos los
cuentos.
-
La estructura es sencilla, una introducción de
la historia de la familia, y una trama bastante horizontal con varias
historietas que van complicando el regreso de Pulgarcito a su casa hasta que
finalmente un golpe de suerte hace que lo consiga.
-
La intención del cuento es algo que me cuesta un
poco resumir ya que veo que hay varias intenciones. Como utilizar una
desventaja que es ser tan pequeño en algo positivo y que te haga ser
estratégicamente diferente. Darle también la vuelta a ese concepto de
limitación y verlo como una capacidad diferente. El cariño de los padres a
pesar de ser un niño diferente. La importancia de la inteligencia para ir
resolviendo los problemas que se le van presentando…
Aplicación en el aula:
Me gustaría empezar contándoles quiénes fueron los
hermanos Grimm. Contando algo de su biografía y enseñando imágenes de algunos
de sus cuentos más reconocidos.
Seguramente alguno se sorprenderá al saber que La
Cenicienta por ejemplo, no fue un cuento escrito por Disney si no por ellos. Entre
todos los alumnos iremos creando un mural con la biografçía de los hermanos. Ciudad
de nacimiento, estudios, grandes obras…
Prepararía una ronda de preguntas para los alumnos:
1. ¿alguien
conocía este cuento? ¿quién lo tiene en casa?
Entre todos iríamos haciendo un
resumen del libro y anotando en otra cartulina cosas que vamos recordando para
ir construyendo una especie de infografía, con los datos principales que nos
ayudarán a ver el hilo conductor de la historia.
Una actividad que me gustaría hacer
es que pensaran en una trama nueva. Desde el momento en el que es devorado por
el lobo, antes de llegar a casa, que Pulgarcito viviera una experiencia
diferente. A ver qué se les ocurría.
¿Qué pensáis de Pulgarcito? Para mí
es un personaje bastante controvertido porque todas las ideas que va dando a
sus padres tienen algo de mezquino y aunque no tenga malas intenciones, las
ideas no son del todo “honestas”, a ver qué piensan mis alumnos.
Mi segundo texto elegido es:
"Una, dola, tela, catola,
quila, quilete,
estaba la reina en su gabinete,
vino Gil apagó el candil,
candil, candilón,
cuenta las veinte que las veinte son
policía y ladrón
uno, dos, tres…"
quila, quilete,
estaba la reina en su gabinete,
vino Gil apagó el candil,
candil, candilón,
cuenta las veinte que las veinte son
policía y ladrón
uno, dos, tres…"
El motivo de
elegirlo es que es algo que me recuerda a mi infancia. Ese momento de a ver a
quién le toca. Una forma de contar diferente, que según como movieras el dedo
podría ser para una persona o para otra… me parece una canción que nos sabemos
todos y con una intención muy clara.
Es muy sencilla, así que podríamos usarlo desde primero de
primaria. Me parece además interesante para practicar la vocalización ya que la
rima de esta “poesía” puede ayudarles a pronunciar adecuadamente a la vez que
se marca un ritmo, rápido y con rima.
Trabajo en el aula
Me gustaría trabajar con los alumnos y que todos la
recitaran invitando a que en el que finalizara tuviera que recitarla. Es bueno
memorizar y además ya he comentado anteriormente que me gusta para trabajar la
vocalización. Además me parece un juego bastante divertido.
Generaría con ellos un juego de imaginación y les pediría
que hicieran un comic donde con las breves frases del texto fueran acompañando
dibujos. Creo que es una bonita forma de ver cómo relacionan los conceptos con
el texto, de ver como cada uno entiende la realidad o como percibe los objetos,
las formas. Me gustaría ver cómo dibujan a Gil o a la Vieja, cómo se imaginan
el desarrollo de esta historia.
Sería un trabajo bastante compartido con otras asignaturas
ya que se relacionaría con otras áreas como el dibujo.
LA CENICIENTA
El motivo de la elección ya lo he comentado al iniciar, creo
que tengo este libro en más de 20 idiomas, en cada país que viajo intento
buscar una edición de este cuento. Me encanta ver cómo cada uno ilustra a los
personajes, qué partes de la historia deciden retratar, cómo presentan los
escenarios… pasaría horas leyendo una y otra vez cada versión de este cuento.
Me gustaría hacer con ellos un análisis de todas las cosas
que se han ido adaptando de ese cuento, de la versión original, y como se ha
ido suavizando para que el final sea un feliz final sin picotazos en los ojos
de las hermanastras. Para que ellos puedan ver cómo cada autor puede versionar
una misma historia. Reflexionar sobre cómo puede ser que nosotros nos hayamos
quedado con la versión de Disney que dista mucho de la versión auténtica.
Por otro lado, me gustaría también con ellos hacer un juego
de Selección de personal. Buscar los “modelos” de este cuento en base a sus
personajes y encontrar similitudes con otras historias.
Por ejemplo:
-
Cenicienta: la protagonista que está en apuros y
necesita de un salvador
-
Un príncipe valiente: que rige sus actos por
amor
-
La madrastra: una persona malvada con crueles
intenciones
-
Las hermanastras: personas envidiosas que no
desean ningún bien a los demás
Me gustaría que ellos mismos me plantearan un final distinto
al cuento. En la asignatura de Expresión Oral del año pasado escribí un cuento
de Cenicienta versionado, cambiando los deseos de Cenicienta. Aumentando su
garra y su personalidad. Buscando dar un merecido final a los personajes
malvados pero desde un punto de vista intelectual, no agresivo como en la
versión original. Me pareció una actividad muy creativa y que me gustaría
proponer a los alumnos.
Además creo que para ellos, compartirlo en voz alta, con
toda la clase sería un buen momento para practicar su lectura y su oratoria.
CONCLUSIONES:
Me gustaría ser capaz de continuar con esta historia tan
nuestra, contando estos textos que dicen tanto de nuestra infancia y de la de
otra mucha gente. Es como un nexo común que tenemos las personas y me parece un
vínculo muy bonito.
Creo que podría ser muy interesante y aprenderíamos los unos
de los otros.
Bibliografía:
Recurso web:
https://www.biblioteca.org.ar › libros
https://www.lavanguardia.com/cultura/20160701/402900598712/cenicienta-hermanos-grimm-misterio.html
Labajo
I. Guía de trabajo.
Labajo
I Teoría de la Asignatura
¡Hola compañera!
ResponderEliminarLo primero felicitarte por tu entrada ya que me ha parecido muy original, al optar por trabajar entre tus elecciones "una cancioncilla" que nos recuerda mucho a nuestra infancia.
Has trabajado con todos los ítems que pedía la profesora para esta entrada de Blog aunque, si me permites, te recomendaría que profundizaras más en la simbología y en los aspectos morfológicos de los textos, pues creo que los has pasado un poco por alto.
Respecto al librofórum que llevarías a cabo, pienso que has intentado buscar el diálogo con tu alumnado en todo momento. Así que enhorabuena.
Yo también he trabajado en mi Blog con el cuento de Cenicienta. No soy coleccionista de cuentos de Cenicienta como tú, lo cual me parece una maravilla, la verdad, y me sorprendió muchísimo el final del cuento de los hermanos Grimm. Tanto es así, que propuse modificarlo un poco para el alumnado de 2º de Primaria con el que lo trabajaría. Sin embargo, he de decir que me parece una buena idea trabajar diferentes versiones con los alumnos para que descubran las diferencias que existen entre ellas.
Espero que mi comentario te sirva de ayuda y te animo a visitar mi Blog.
Un saludo.
Muchas gracias por tu comentario!
EliminarBien, Susana, pero lee mi comentario. Y ten en cuenta que hacemos un cuentofórum, no un librofórum.
EliminarEstá muy bien, Alejandra, pero tiene algunos errores.
ResponderEliminar1- Hablas de libros y, aunque es cierto que existen publicaciones (buenas, malas y/o regulares) he insistido mucho en no trabajar sobre libros (como hacemos con la literatura de autor) sino sobre cuentos. La idea que les tiene que quedar a los niños es que estas historias no se han convertido en libros hasta hace muy poco pero han pasado de boca en boca de generación en generación modificándose y recreándose durante siglos. Es decir, son cuentos y no nacieron para ser libros.
2- Como los cuentos vas a contarlos y no a leerlos para mantener la tradición oral, no importa tanto ni la longitud ni el vocabulario. Tú los cuentas con tus palabras y te extiendes más o menos en este o aquel momento.
3- Los cuentos folclóricos no tienen más intención que la de entretener a no ser que alguien se la ponga intencionadamente (como hizo Perrault). Por eso no encuentras una intención clara en Pulgarcito. Lo que sí tienen es un rico componente simbólico que los niños pueden descubrir si les planteas buenas preguntas en el cuentofórum.
4- Ojo: los hermanos Grimm no son autores. Los cuentos los recogieron del pueblo (tal y como explica ese artículo que has enlazado) y los pusieron por escrito con el fin de preservar la cultura popular alemana. Esto está explicado en la teoría. Si les vas a presentar a los niños a los hermanos Grimm, no les digas que son los que escribieron la Cenicienta ni Pulgarcito.
5- En esa misma línea: los periódicos nunca son fuentes fiables. Todo lo que dice el artículo sobre el origen de la Cenicienta no es que sea un nuevo descubrimiento. Ya se sabe que recogieron las historias por los pueblos y de la boca de narradores más o menos profesionales. La única novedad, en este caso, es que se ha descubierto el nombre de la narradora que se lo transmitió a ellos y eso, sinceramente, no es un aporte importante.
6- Ojo: evita transmitir tus interpretaciones de los cuentos a los niños. Si partes de que Cenicienta es una protagonista que necesita ser salvada será porque te basas en la versión de Perrault o en la de Disney. En la de los Grimm, es bastante más resuelta a la hora de conseguir lo que desea (con más o menos ayuda, dependiendo de la versión, como en cualquier "viaje del héroe"). Además, la de los Grimm no es "la versión original" sino, simplemente, la versión de los hermanos Grimm. Eso es lo que debes trasladar a tus alumnos. Revisa este aspecto en la teoría del bloque.
7 - Lo que te he comentado hasta ahora son pequeños errores conceptuales, posiblemente fruto de la redacción, excepto los que van precedidos por "ojo", que no son tan pequeños. Sin embargo, lo que hace que tu actividad no sea perfecta es el trabajo en el aula.
ResponderEliminarVale que puedes hacer alguna actividad para dar a conocer a los Grimm o para relacionar el cuento que les cuentes con las versiones previas que ellos conozcan, pero el trabajo específico que permite a los niños trabajar la comprensión simbólica (que es uno de los objetivos del trabajo literario en EP) es el cuentofórum que os pido específicamente y las buenas preguntas que les permitirán bucear en el simbolismo desde su propia realidad y visión del mundo.
Deberías completar las preguntas de los dos cuentos y añadir alguna al texto en verso (teniendo en cuenta que es absurdo). Ten en cuenta trabajar estos cuatro tipos de cuestiones:
- Las que ponen a los niños en las situaciones por las que pasan los personajes (¿qué haríais si...? ¿qué pasaría si vosotros...?)
- Las que juzgan sus acciones (¿qué os parece lo que hizo X en este momento?...¿y en este otro?).
- Las que se enfocan a descubrir el significado simbólico del texto (¿hay hadas madrinas en vuestra vida? ¿qué hacen las hadas madrinas? ¿hay alguien en vuestra vida que haga eso mismo aunque no tenga poderes?...)
- Qué cosas podemos aprender o extraer de esta historia para nuestra vida real (recuerda que no es necesario que la respuesta sea la misma que darías tú desde tu mentalidad adulta ni incidir en una única enseñanza o moraleja).
Si revisas y completas lo que te comento, tu actividad será perfecta.